domingo, 31 de agosto de 2008


El tema conmigo siempre fue que pienso ideas diametralmente opuestas y aún así estar en equilibrio conmigo misma. Puedo pensar que tal cosa es una degeneración y al mismo tiempo darla una vuelta de tuerca y madurar que quizás no es tan mala. Tener sentimientos opuestos respecto de personas, actividades y opiniones. Me cuesta mucho definirme. Supongo que a todos nos cuesta. Siento una razonable envidia por aquellas que tienen las cosas tan claras…aunque eso mismo me provoca también un poco de rechazo y me suena “aburrido”.